Las Tortugas Marinas son una de
las especies que se ven más afectadas por la contaminación causada por los
plásticos lanzados al mar, así como también por la pesca indiscriminada y el
tráfico marítimo, lo que impide que se desarrollen y completen su ciclo vital
de manera natural.
En todas partes del mundo, los
políticos y economistas hablan de “desarrollo”
y de “progreso”; pero, ¿de cuál
progreso o cuál desarrollo?, si cada día que pasa, las grandes empresas
industriales transnacionales están acabando con el ecosistema terrestre y con
todo lo que habita en él.
No obstante el triste panorama
anterior, es bueno resaltar que, en la actualidad, hay muchos jóvenes en el
planeta con conciencia ecologista, que sí piensan en un futuro esperanzador, en
armonía con la naturaleza. Ejemplo de ello es el joven Francisco Javier Cayama,
quien es un venezolano amante de los deportes acuáticos y, sobre todo,
conservacionista. En la actualidad, se encuentra colaborando en la preservación
de las tortugas marinas en el Archipiélago de Los Roques, al norte de
Venezuela, en pleno Mar Caribe.